21/11/07






OTOÑAL Y ROTA





Miro sin fin
desde la sola soledad
en la que envuelvo los días de este otoño
que me habita y conmueve hasta os huesos.
Y miro el laberinto de espejos en que pierdo
la conciencia de estar pisando tierra firme.
El silencio, sí;
o los silencios;
en el silencio callado,
desde el silencio abierto y solitario,
miro,
desde el silencio
de las islas desiertas en que habito
los jueves infinitos
de esta semana atroz
que amenaza naufragios navideños,
sansilvestres de frio en los refugios
sin techo en que cobijo
recuerdos y nostalgias
hechas versos de sombra y hielo y nada.
Mirar;
mirar como quien cierra
los ojos de salitre.


Gritar.
Gritar nubes opacas, enjauladas,
de amordazados rayos que se tragan
su luz
y su zigzag de brasa arrebatada;
gritar
de gibas dromedarias
en el vasto dominio de la arena
africana y remota y solitaria;
gritar.
Largas noches polares como estigmas
de viento repetido
en simas abisales de hielos y glaciares.

Mirar. Gritar. Saber. Sufrir.
Rumiar. Llorar. Temer. Pedir.
Soñar. Pintar. Doler.Morir.
Amar. Amar. Querer. -Sentir

7/10/07

De nuevo otra vez el tiempo

Este verano parece, buen amigo, que te ha traicionado:
pareciera que te has envejecido
de repente.
Los huesos roídos
no son metàfora adecuada
para estos poemillas,
puro azul de otoñales crepúsculos de arena.
Que la garganta cante como suele
la dulce compañía del afecto sencillo por sincero.
No te mueras virgen, incluso no te mueras,
porque vivir, vivir, vivir
es algo muy jodido, Manu,
que se ha puesto al rojo vivo como pintó el poeta en su momento.
Exprimamos la piedra de los versos
y hagamos de las aulas oasis de ignorancias
para aprender aquello que ignoramos.
En mi orilla te espera, como siempre,
una esperanza azul de atardecida.

22/9/07

Este cielo gris, esta tarde lánguida



Llueve.
Detras de los crisales llueve
y llueve...





Este otoño patriarcal y gris
tiñe de sombra
el azul sereno del mar,
que ni se mueve en ondas
más allá de los festones blancos
bordados con espumas

sobre el blando bastidor de arena de la orilla.

Y llueve
también sobre mi pobre corazón cansado
de nostalgias azules,
mansamente,
dulcemente,
mientras cumplo días, semanas, meses
como gotas de lluvia,
y años
como pequeñas tormentas de recuerdos y almanaques.
Oir la voz que es eco y es vacío,
que es mañana y ayer de gotas repetidas
de mi sangre
recobrada en saludos
y lejanos abrazos,
sangre que promete,
tal vez, encuentros y armonías y afectos mano a mano.


No me importa cumplir
el rito de los años
si vuestra voz me llega entre las nubes:

anunciando auroras y abriendo el arcoiris
mi corzón renace
en cada gota de otoño que me inunde.

27/8/07

La pequeña Venecia



CASTELLÓ D´EMPÚRIES





Alt Empordà








La vida sigue su ritmo pausado
en los canales salobres
de Empuriabrava;
y en la sombra medieval de Castelló d'Empúries
y en la curva bahía de Roses
que brava desmiente la costa
y dulcifica
su juego de rocas
y acantilados
en una suave invitación de arena...
Todo trasciende el ahora
y empuja dulcemente
a breves estadías
de felicidad.
La verdad, sí, se duerme y sin sentirlo
la vida toma formas renovadas:
el suave balanceo del agua en los canales
adormece el latido de mis sienes
y lo transforma
hasta hacerlo poderoso,
acompasado, firme.
Mi corazón palpita a cuarenta
y seis latidos por minuto
como las aspas del molino
que me habita, azul de oxígeno
y amarillo de sazón,
de trigo y girasoles.
Déjame sentir en esta tarde violeta de lunas improbables
la dulce sensación de saberme querido por el viento
en esta nueva Venecia que me canta
y embruja y enajena,
hasta hacerme pura entrega y abandono
místico en el seno de calma de quien ama.

Bogando por la ría del canal de los ojos
que me miran en la tarde calma de tu orilla
naufrago dulcemente.









11/8/07




Desde
BURGOS.







Ahora
Siempre.











Entrar en Burgos es como correr una rica cortina de tiempo e historia.





Memoria
Recuerdos
Pasado




La vieja puerta nos invita;
un paseo sin tiempo
por los años perdidos del perdido medioevo...
dejemos que el tiempo juegue
por la glera insolente de la historia
y que el meandro del tiempo
nos empuje y nos lleve hecho huella de manos,
y caricia de sombras que invitan al sueño
en la orilla fecunda del viejo Arlanzón.




¿Qué cantar se escucha
si atiendo el perenne murmullo
de tu aguas recobradas?






Cantar de vida:
las nuevas ánades invitan
al vértigo azul del caudal que te abraza
y se insinúa .
Vivir, sí, vivir en las orillas pintadas
de suaves matices, de luces y sombras,
de verdes violaceos,
de tardes tranquilas,
de cálidos ocres que embisten de juncos
la pálida curva, que tienta sonrisas de agua bordando la orilla
y guiños solares de plata.


Meandros ruidosos,
pontones de piedra
que cantan a voces los baños de antaño
y dejan en suave nostalgia
la imagen disuelta
del torso desnudo
de un niño que tiembla de frio y que sueña,
tal vez, aventuras de espuma y arena.


















¿Desde cuándo resuenan tranquilas
las aguas de hielo que cantan sus ecos debajo tus arcos romanos?
Los pies peregrinos,
que huellan los cantos rodados,
que buscan la suave caricia
del frío, que alivia sus álgidos pasos
del largo camino, que lleva a la estrella del gran peregrino...
me empujan al sueño.



Y sueño en la sombra del sauce
de lágrimas largas,
sopladas de vidrio y de viento
discreto, constante, que apunta a la tierra
y se duele cayendo en silencio,
testigo del tiempo
que arrastra la orilla
en ondas iguales,
en ondas perdidas,
que nunca regresan.













27/7/07

un altre Shakespeare? Si us plau.



YORICK,
Qué fue de tu boca,
capaz de susurros imposibles?

Qué fue de tus ojos, que escrutaban en la noche?Que se fizo el rey don juan?

Dónde están las llaves del corazón podrido que presumo ya parado para siempre?...

Ser o no ser; dormir, soñar, vivir, tal vez morir...
Morir.


Morir en el centro mismo de la cuestión quisiera
para ahorrarme explicaciones y quimeras.
Vivir o no vivir, aunque la sangre
recorra los caminos azules de la carne,
es la cuestión, la gran mentira, el sueño
implacable que nos priva del sueño
en los días oscuros en los que el miedo brota
como en volcán la lava incandescente:
imperioso, arrogante,
cruel, desvastador,
inconsecuente.

El miedo y el sueño se dan la mano en esta tarde
y se avecina tempestad fraguada entre las páginas
blancas que el tiempo se ha negado a escribir
a dos columnas.
Mirate, simio, en el espejo blanco de la blanca
calavera de la noche en la que Yorick
te rie insensible las gracias que le imputas:
y es que en el fondo
le importa apenas un comino
la cuestión de soñar, morir, tal vez vivir,
vivir al rojo vivo
y en el mismo reborde cosntante de la muerte.






Y miro la guirnalda preñada de ilusiones
que tejiera una tarde de llanto misterioso
en el palacio materno,
en los girones mismos de la muerte,
tras descubrir la sombra agazapada
en la ambición de tener
y en la mentira de amar
y en la terrible acidez del incesto
impensable y voluptuoso.






Y llega así el minuto de la farsa:
que levante el telón el maquinista
y despeje el espacio iluminado
de la acción y la mentira.
Pierrot y Hamlet a dos manos
pelean una máscara de barro
sin pararse a pensar si es de comedia
o de tragedia el rostro que disputan.
La mueca de la muerte oculta su amargura
y la lágrima gris que la evidencia:
la máscara- máscara enmascara la mueca
y en silencio gime la luna en la platea.
Y falsea la farsa las falsas realidades
y dan ganas de gritar que el carnaval no existe.
Pero cumple fatal su sino la nostalgia
y te empuja al arcano sin luces de la muerte.
No hay adjetivos, Hamelt, en la farsa:
sucumbió tu padre al filo del cuchillo
fraterno, que empuñaba
de fría plata la mano de la reina;
no tiembles, que en tu reino
las piedras cantan tan funesto cimen
y los rios riman con mortal su acento
y el colibrí dibuja con sus alas cuentos
de sangre y sexo que jamás se oyeron.
Ay, que empieza
el minuto triste de la nueva farsa.









25/7/07

En Senija



El calor de este julio invita a la sorpresa, al afecto solidario, al cariño de tierra y de la tierra.

Lola, también Lolilla, afecto siempre.

en el día 23 para Lola



Contempla el mar que azul, en lontananza,
te invita y nos invita,
querida Lola, al sueño.
Al deshacer las sombras del tiempo que te puebla
en blancas sembraduras de vidas recobradas,
multiplicas de espumas en hijos aurorales
la vida que te llena y generosa
regalas y devuelves,
hecha afanes y abrazos y risas, a raudales.

Olvidemos las cuentas de arena de los meses
y, extendiendo los brazos al viento de la nada,
hagamos del recuerdo eterna remembranza
que nos haga hasta siempre historias y poemas,
que hasta siempre nos haga afectos y alboradas.




MI corazón de tierra adentro y cielos impolutos,
ha sabido aprender la sombra de tu afecto
en los días amargos de noches y silencios,
y esa dulce y pausada y calma mansedumbre
que deja tu mirar
azul de espuma y olas,
ha sabido calmar, en su callado afecto
y en su constante latir de arenas amarillas,
la llaga más cruel que hiere mi recuerdo.
Por eso gratitud es incompleta especia
y el afecto se hace verso si pobre de palabra
rico en sentimiento y alma compartidos.
Si dolores, calvarios,
nos persiguen, Lola, y nos redimen,
hagamos de las sombras cantares de alegría
para saciar de voces los días que nos pueblan
y de tiempo y espacio
las sendas que nos quedan por andar
Siempre es tiempo de mirar en lontananza
y repetir los ecos de las olas
que, en su eterno rimar, tejen de espuma
las letras que te llaman, dulce Lola

23 de julio... de un año de los muchos que seguiremos brindando por ti.

25/6/07

Fuego






Esta noche de fuego y de deseo
he soñado, también, al borde doloroso
de la ausencia,
al borde mismo
de la soledad, al borde
imposible del eco de los nombres
que devuelve, implacable, el silencio de la llama.

Al borde mismo del abismo
he soñado esta noche
de fuego y de deseo.
El crepitar augusto de las llamas
me ha cantado su prístina armonía
de voces de colores
en el nódulo mismo, en el místico nido
de la soledad que inundan muchedumbres asombradas,
en el calor sin nombre de la hoguera,
ante el agrio dolor de las bellezas anónimas
que lloran el final de su reinado,
ese final ineluctable, azul
de un sueño de reino por un día.
He escuchado tus voces, hijo de Vulcano,
dios de un fuego implacable
estremecido de adioses que abandonan
la barca que me arrastra sin rumbo,
en singladura solitaria de días y misterios,
hacia la negra fuente de carontes sin nombre y sin recuerdos:
todo remar, remar sin tino y sin destino,
sin nombre y sin recuerdos, sin historia y sin ayeres ni mañanas;
solo silencio y crepitar de adioses como llamas
que me abrasan sin fin y sin sentencia.
¡Si al menos anulase los sentidos este fuego
que contemplo y me quema
solo la piel, curtida ya de tanto surco de años y de nada!
¡Si al menos la ceniza amarilla de este fuego
permitiese soñar mañanas y horizontes!
Si al menos un solticio de aire
se augurase en este fuego de oropeles
y figuras pintadas y esculpidas
de quimeras ascendentes.
Si al menos la voz se permitiese
en este oscuro concierto de llamas y colores.
Si al menos la voz... ¿qué voz? fue solo un sueño acasotu palabra,
como lo es el fuego que calienta tus arrugas
esta noche de fuego sin historia.
Fuego en San Juan.
Silencio.
Solo el grito del fuego
que amenaza la noche y la redime
de fugaces estrellas...
y de sueños.


12/6/07

Me llama el mar

















Me llama el mar con su cantar de espumas
como si nueva Alfonsina me mirase
empujado al vacío de las olas.
El mar, siempre el mar, desde la tierra adentro
que me viera nacer en el remanso seco de Castilla.


Hablar azul desde la orilla
en diálogos constantes de ondas repetidas
hasta apender a ser el marinero
que a veces sueño
en la bitácora roja de la arcilla.
Armonía imposible de las fuentes
-que las olas renuevan en la arena-
en que tirado el corazón rima nostalgias
en las que brota ocre el humedal de los recuerdos.
Soñar que sueña el alma en la ribera
es más cruel que la cuerda locura de los días,
más negra que la sima que aguarda

bajo la ingenua pisada de los días
y los meses
y los años.
¡Saberse náufrago
gris de arena mancillada en cada playa
cada tarde que pinta sobre el borde mismo de la vida
con pincel de sombra el calendario
implacable que nos hace
recuerdo, ayer, nostalgia pura!
Me llama el mar
con su cantar de arena para llenar de silencio
el almanaque sin luz que desde ayer contemplo
hecho solo recuerdos en pretérito imperfecto.
Me falta la voz que enlaza el adn
con la historia posible de un mañana
en cadena de este hoy, borroso, en que me incita
el mar con su cantar de espumas
para el salto en azul de verso alejandrino
que dijera Rubén fatal en piedra dura.

5/6/07

Si Don Quijote viviera...






Si Don Quijote viviera,
yo sería, con permiso, su escudero,
que buen caballero era.


¡Mirad señor: son gigantes
no molinos productores!
Algún mago poderoso
ha querido transformar a nuestros ojos
sus brazos descomunales
y sus piernas desiguales...
pero abrid, señor, los ojos y mirad que son gigantes
¿No veis acaso formados
sus escuadrones de guerra
ocupando el horizonte mientras llueven amenazas con sus brazos?

No os engañéis, Don Quijote,
no son fábricas modernas,
ni alternativa ecológica;
no generan energía,
ni son molinos de viento, ni son, señor, invenciones de mi loca fantasía...
son verdaderos gigantes,
cuyas voces escuchamos ululando con el viento;
descomunales engendros
que amenazan con sus armas
y nos empujan, señor,
a desiguales batallas.
"Non fuyades malandrines,
gente cobarde al servicio
de la mentira, falsarios,
dad la cara que aquí llega
este azote de la andante
caballería manchega, dispuesto a enfrentarse a todos en batalla desigual...


Pero no os volváis, caballero, no me dejéis, Don Quijote,
Flor andante de la fiel caballería, son gigantes
y no molinos de viento,
pero algún mago su enemigo habrá mudado su imagen
y os parecen apariencias;
No me dejéis mentiroso,
señor, no os ceguéis los ojos, que yo soy vuestro escudero...


Si Don Quijote viviera,
que hace tiempo que no vive,
yo sería su escudero.


¡Qué buen caballero era!

24/5/07

Hay dolores oscuros que te rompen






Hay dolores oscuros que te rompen por dentro
y te nublan del todo el horizonte;
aunque en silencio vivas
y lamas en silencio las heridas;
aunque en silencio llores y maquilles
de accidentes fortuitos las señales
que en el rostro del alma te dibujan
los golpes indecentes del silencio.
Hay dolores oscuros
Que te rompen por dentro
y aniquilan las luces
de los días y aceleran
la noche que te nubla y te ciega.
Hay dolores oscuros
Que te rompen por fuera

y aniquilan del todo la mirada
que se esconde en los cuévanos sombríos
Que endiosa la vergüenza.
Sufrir en silencio es sin embargo
renunciar al vuelo del aire que te habita.
La mayor crueldad
La tiene este dolor que duele mar adentro
Es la lágrima inútil que se pierde
hueca y sin sal por la garganta
del silencio cobarde que nos ata.
Odio la impotencia callada de la víctima
que esconde hematomas de tortura tras mentirosos espejos de silencio.
Pero odio más la tormenta cruel que anochece para siempre
las almas de los niños castigados,
como duele también la tercera persona:
“yo sufrí malos tratos” no es lo mismo
que "en silencio sufrió los malos tratos”.
Hay dolores oscuros que te rompen por dentro:
Solidarios lamentos silenciosos
Que nadie nunca escuchará en mis labios
Solitarios, sedientos, castigados.



11/5/07

EL DULCE LAMENTAR DE DOS PASTORES Brindis

Me llama Tina o llamo a Tina, tanto monta,
para hacernos llegar algún beso de espuma compartida
mar adentro del tiempo y del cariño.

Reposa su sueño renovado, dices,
esa voz que prologa el eco de tu sangre.

Mientras velas su sueño al pie de la esperanza
-¡Ha llegado a hasta ti, no la despiertes!- te propongo
gozar con vino de ribera un brindis
reposado de sangre enfebrecida:
"¡Por lo hijos que vuelven cuando vuelven!
Por los hijos
que viven su aventura;
por los hijos
que ritman nuestros actos
en esta Comedieta en que escribimos los surcos de la vida;
por los hijos
que olvidan lo que viven y viven sus olvidos
como broncas mareas enjauladas;
por los hijos
que en el fondo nos saben y nos guardan
sin saber desprenderse del todo de nosotros;
¡Por los hijos, amiga, por los hijos!
Porque duele su ausencia como un parto,
bebamos su presencia en el remanso
del tiempo recobrado:
no me podrán quitar el dolorido
sentir si ya del todo
no me quitan primero los sentidos.
Y pues sabemos latir espumas de mareas y palabras
tenemos el sentir que nos permite
levantar de nuevo nuestras copas
por la voz que nos dobla a nuestro lado.
Por los hijos
mi amiga,
Por lo hijos

6/5/07

Todo fluye













Todo. Sí. Todo. Hasta el silencio.


Casi sin que nos demos cuenta ha llegado la luz de la primavera. de esta nueva primavera.
Todo es sol y color,
todo nostaljia, así, como el poeta
se empeñara en decirnos:
todo sol, todo color... todo perfecto...
Pero el cielo de golpe se oscurece y compacta
y se levanta
llorando enormes gotas grises de ozono,
sinestesia sensual de besos imposibles.
Todo fluye...
hasta el silencio y los silencios. Aunque sepa que tus ojos contemplan -eso has dicho- el cambiante fluir
de estos labios jironados en palabras azules y silencios...
Sus silencios
que duelen cada tarde en la arena imposble del recuerdo;
y el olímpico silencio de hernosa cazadora
que llora desencuentros en las islas perdidas de su Egeo;
y el silencio del silencio que repica en la aurora
cuando prentendo a veces inducir mis ojos a la vida
inutilmente.
Luego Marta,
hija tal vez de Marte
en la tranquila noche de las ondas,
sueño también, secreto, inconfesable,
que sabe quién es y que promete, dices,
leer en esta casa endeble de palabras
que comparto a ciegas y con nadie .
Me he perdido, por buscarte, en la negra autopista del caos infinito
que nos puso en contacto, sin saberlo o sin quererlo;
mientras ciego buscaba, tropecé con palabras de rimas consonantes
y supe que la voces a veces se laurean
y se visten de premios:
como espadas, como labios, en un basto dominio de retratos con nombre
porque venden su casa en Verlingtonia ¿lo sabías?
porque venden su casa;
y cómo duele la muerte cuando el tiempo predica los olvidos!
Yo sigo, poetisa de diálogos de noches en antena,
sin saber quién soy y sin pararme, como el agua pausada de mi río,
siempre igual y siempre nuevo,
cambiante en mis recuerdos de mañana.
Todo fluye, hasta el silencio;
Todo se va, tal vez, hasta el olvido.

27/4/07

¡Este cielo gris y esta lluvia persistente!
Es una mañana propicia para la melancolía, pero el capricho de la memoria no me trae a la mente el aula machacona de Machado sino la dulce melancolía de la Penélope que canta Serrat (es de Luis Alberto Aute el texto?) esperando, con su bolso de piel marrón, y sus zapatos de tacón y su vestido de domingo.
Huele a fin de semana largo y a ozono de puro abril enloqucido,
este húmedo abril que nos depara grises azulados
en el hondo tapiz de los ensueños.
Y los dedos se niegan al tecleo concorde del teclado.
No puedo evitar, tal vez no quiero,
que vuelen los recuerdos y se engolfen
en esta mañana gris de lluvia persistente.
Y al volar emerges y apareces
y me pongo a escribirte como tonto
para decirte solo que me acuerdo.
y desearte equilibrio
y sosiego
y dicha
y paz
y amores que pinten en abstracto lunas lllenas
y días que dibujen sonrisas en las nubes
y cómplices pisadas
y miradas azules de almenas de princesas
y dragones y príncípes durmientes
y besos
y huidas a las doce
en las alas sutiles de las hadas aladas de Darío...
Y es que, Diana, está linda la mar
y el viento canta
sonatinas azules
de soñada ilusión.

16/4/07

El peor de los silencios es siempre mejor que la ausencia de respuesta. Convertir un diálogo en un monólogo es la más terrible de las adaptaciones teatrales a la que podemos someter el texto de alguien a quien decimos que queremos o algo semejante.
La verdad es que no sé por qué digo estas tonterías.
Tal vez porque desconociendo la causa, me siento perdido en esta especie de desierto cruel que solo tú sabes administrar como una auténtica reina; auténtica, sí, pero pelín sádica.
No tomes mis palabras como una recriminación, a la que no tengo derecho (ni torcido), sino como la expresión pausada y tranquila de un dolor del que no me quejaré pero que existe, como la noche, como las sombras y las tormentas, como las epidemias y la muerte: aunque quieras, no es posible ignorar que existen esas y otras lacras, como el dolor, a veces.
Ya ves, yo espero y deseo que estés bien, muuuuy bien, que todo te vaya saliendo como mereces.
¿Y de mi? De mí, te diré...
nada:silencio
silencio
silencios
silencios;
no quiero que pienses que exploto la vena de alguna pena que valga más que toda la alegría. Eso sí, que sepas que vivo y que he dejado una y otra vez, ingenuamente, rastro de mi voluntad y afecto en tu contestador automático, que debes tener lleno de memorias u olvidos o cualquiera sabe.También las nubes de Castilla saben de ausencias y dolores de alma, pero eso es harina de otro costal... o tal vez ni siquiera sea harina.
Ya he vuelto, por si necesitas algo de tu amigo (¿?). Sabes que está dispuesto a dártelo si lo tiene o a buscarlo si no... Pero acabo de darme cuenta de que los amigos se eligen, claro... no basta con que yo quiera, hace falta que tu también. Bueno pues por eso, por si las moscas o las elecciones o lo que sea.
Un abrazo.
EX TOTO CORDE.

4/4/07

machadiana

La mano del poeta invita otra vez al banquete de nuevas sensaciones. La poesía vive en cada recodo del camino, que blanquea serpeando en la tarde y avanza, hasta enturbiarse y desaparecer. De nuevo los versos evocados, de nuevo los ensueños compartidos, de nuevo las rimas que definen gritos ahogados de esperanza.
Con las lluvias de abril y el sol de mayo.
Algunas ramas verdes le han salido.

Otro milagro de la primavera

Escribir esta especie de diario es como pasear el atardecer cuando el sol y luz ya no queman, cuando el aire se carga de esencias misteriosas de día, derramado ya en recuerdos vividos, en esencia de frutos de la tarde, en nostalgias de tiempo.
Ay, primavera soriana en esta ribera azul de suaves espumas mediterráneas que también saben obrar, a veces, prodigios y milagros.
Ha caído la noche mansamente y la anchurosa paz de la larga planicie negra del mar contagia mis ojos del opaco silencio de la espuma dormida.
Quiero anotar, también, en mi cartera, la gracia verdecida de tu voz hecha palabras y aire y espacio y tentación de vida que tantea ciega, sin saber muy bien adonde va, pero latente y viva.
Tu voz, la gracia de esa rama primaveral y nueva que me invita a soñar en un alba que aguarda no se dónde ni cómo, pero auroral y misteriosa.
Machadiano soñar que huele a primaveras.


30/3/07

Lamerse las heridas.
La hiena buscaba, entre risotadas de dolor, el abrigo de la sombra segura para lamer despacio sus heridas. Solo entonces dejó de reír y en el silencio cómplice del rincón discreto, se escuchaba rítmico y cálido y amable el roce húmedo atemperando el rigor de la herida.
La hiena y el león y el lobo se lamen sus heridas.
Nunca he aceptado el inmoral moralizar de las fábulas. Ni la zorra, ni el cuervo, ni la cigarra, ni el asno, ni el ratón, ni la grulla, ni el águila, ni el lobo, ni la rana, ni la cigüeña, ni el tordo, ni el mosquito, ni el oso ni el caracol, ni la golondrina, ni la paloma, ni la liebre, ni el carnero, ni la gaviota, ni la tortuga, ni la comadreja.
Nunca he aceptado el almirabado inmoral moralizar de las fábulas. Pero los leones, los lobos y hasta las hienas se lamen sus heridas.
En la noche, el camino multiplica sus meandros e indecibles sonidos imposibles se afirman en las sombras. ¿Dónde encontrar el abrigo seguro que permita el sosiego y la paz que me vuelva animal para lamerme despacio las heridas?
Hay preguntas sin respuesta aparente.
Hay respuestas que ignoran la pregunta en que nacieron al sentido y la vida. Hay respuestas que duelen como heridas, como hay ciudades que no tenían catedral. Llegan tiempos de nuevo de silencio y a despejar las nubes me apresto como loco por ver si el sol recobra su camino. Pobre Faetonte, qué cerca estas de convertirte en fuego, de quemarte en el fuego de quien ciega tu boca y sella tu sonrisa. Ícaro estúpido que remontas el vuelo para caer inane en el vacío del silencio cruel de quien te inspira.
Hay preguntas sin respuesta aparente y metáforas locas que se olvidaron comprar el diccionario.
La hiena en silencio, seguía lamiendo mansamente sus heridas.

27/3/07

Llueve sin cesar mañana y tarde y noche. El gris del cielo se proyecta hecho jirones sobre el silencio que me habita irremediable. Se oye más fuerte el mar, removido de espumas y de tormentas lejanas, tormentas y tormentas...
Se acercan los días de soledad: solo dentro de unas horas volarás y dejarás en tierra el calor irrepetible de tu presencia que todo lo llena.
Confieso que tengo miedo, un poco cuando menos, a la ausencia irremediable que se avecina que llama ya con sus dedos a mi ventana.
Recuerdo un árbol sangrante que escupía la roja sabia de su ramas al sentir la herida de la tijera que podaba su esqueleto invernal desnudo y retorcido. La imagen se ha quedado grabada en los meandros inconscietnes de la memoria y se me aparece de manera imprevista como una bofetada impía de dolor vegetal. Es caprichosa, sí, la memoria, como lo es, aunque previsible en cierta medida, la naturaleza toda. Ese rincón, ese valle, ese torreón desnudo y arrogante, ese prodigio bordado en blanca piedra gótica que se yergue ágil hacia el azul intenso y frio del cielo castellano... el recuerdo que arrastra y emociona ¿emociona?
Los sentimientos esconden y transforman los recuerdos. Las cosas no eran como aparacen a retazos en la memoria, sino como tal vez quisiéramos haberlas contemplado en esos instantes imposibles en que los ojos se empeñan en buscar la impresión de la luz en la química del recuerdo.

25/3/07

Los días se terminan sin que pueda contarlos. La noche es la eternidad perdida de los sueños; sólo se llora solo cuando quedan lágrimas, pero estas olas ya no alimentan mis ojos.
El silencio de la madrugada es oneroso como la más pesada de las contiendas: la que dura siempre porque el posible enemigo no da la cara y se amaga y se esconde y se parece como una visión cuando menos se espera su turbia amanecida. ¿Cómo luchar contra una sombra que aparece solo cuando quiere y como quiere? Hasta en la noche es de temer su aparición imprevista o cruel, cuando el calendario vuela en estancias redondas de recuerdos y ausencias.
Escucho el mar.
Los días se terminan sin que pueda contarlos, como ya no se contar los siglos que se fueron. Todo es distinto desde que no llueven sus gritos grises ni se escuchan mis lamentos, porque la sequía ha borrado la lágrimas en mis ojos resecos y cansados.
Y mañana es peor, sin sueños que llevarme a la boca. Con ellos se llevaron el aire y el espacio y no tengo ni un mal sueño que llevarme a los labios silenciosos.
¿Sueños?
Sueños
Mañana por la mañana saldrá de nuevo el sol, o eso espero pero eso no es un sueño.

22/3/07

Las formas de la soledad son variadas y distintas. Todas tienen un algo de crueldad, pero son diferentes, son variadas. Me miro en la noche desde una de las formas más crueles de la soledad. La soledad de quien ha perdido dos hijos por el camino.
Es otra forma de soledad.
Escucho su nombre en cada silencio oneroso y triste de los muchos que me nublan. Nunca sabrán que me duele su ausencia como el más cruel de los silencios.
La soledad sonora desde la que escucho la vida es como el intrincado ir venir de un mercado sin nombre. Solo se mira a la altura del muestrario onírico que se ofrece; en variopinta procesión de imposibles coincidencias voy y vengo bajo el incesante bullicio vacío o sin tino.
Nada es al final lo que parece.
Esta noche me ahoga la soledad de haber perdido dos rayos de luz que no me alumbran.

15/3/07

He soñado alguna vez, a lo loco, desde luego. Soñar no cuesta demasiado cuando has cerrado definitivamente los ojos a la luz de cada día.
Tuve una sombra de luz que me inclinaba irremediable a la duplicidad eterna; pero los hijos se van cuando la edad les llena. O cuando el origen se les revela vergonzante, olimpico, irrepetible cronos sin fauces ni mañanas.
Decir adios es como cerrar los ojos al volante y sucumbir al aire que nos llena y empuja el difragma hacia la nada. ¿lo dije yo al sucumbir tan ciego a la llamada de miel de su nacer de ocres y promesas? ¿O fueron ellos en su sola negritud de ausencias de la sangre y de huesos y de abrazos?
No importa ya que se olvide la forma en que se escribe amar, llorar, soñar, estar, faltar, soñar de nuevo y echar..., echar de menos como se añora el aire en el negro ataúd innombrable de la ausencia.
No importa llorar, nadie escucha tu silencio roto. Solo en silencio la soledad te calla para siempre.
Llorar, querer, sentir , solo verbos sin tiempo ni persona. llorar, el sustantivo que queda tras la ausencia. Llorar ¡quién lo diría!

11/3/07

sin título

No se si será posible introducir aquí un comentario. Pero marche el intento...
Cae el silencio de la noche, roto solo por el monótono rimero de blancos de espuma de las olas que presiento, casi a mis pies, enjutos sin embargo.
Solo ecos esparan en cada vuelta del camino;ecos lejanos de sílabas presuntas que fueron dictadas algún dìa en las salas azules de algunos segundos vividos a lo tonto.Hace tiempo aprendí a malgastar mis sueños en palabras ajenas, que me brindan galaxias engastadas en sistemas de estrellas apagadas; ya lo dijo Quevedo:que no llames a la vida, no responde; para morir nacimos como el agua del arroyo que mana sin saberlo hacia el delta final que le besa de sales y sirenas imposibles. Y si no fue Quevedo, debio de ser algún otro poeta de pie quebrado, pelos de centeno al rojo vivo y voz clavada de arpones y esclavinas.Dichoso el árbol que es apenas sensitivo y más la piedra dura porque esa ya no siente...sigue la noche y su silencio partido entre las olas que lamen el rimero de arena de mi playa serena ya de siglos y de ausencias,es decir, callada ya y sin pretensiones.