12/6/07

Me llama el mar

















Me llama el mar con su cantar de espumas
como si nueva Alfonsina me mirase
empujado al vacío de las olas.
El mar, siempre el mar, desde la tierra adentro
que me viera nacer en el remanso seco de Castilla.


Hablar azul desde la orilla
en diálogos constantes de ondas repetidas
hasta apender a ser el marinero
que a veces sueño
en la bitácora roja de la arcilla.
Armonía imposible de las fuentes
-que las olas renuevan en la arena-
en que tirado el corazón rima nostalgias
en las que brota ocre el humedal de los recuerdos.
Soñar que sueña el alma en la ribera
es más cruel que la cuerda locura de los días,
más negra que la sima que aguarda

bajo la ingenua pisada de los días
y los meses
y los años.
¡Saberse náufrago
gris de arena mancillada en cada playa
cada tarde que pinta sobre el borde mismo de la vida
con pincel de sombra el calendario
implacable que nos hace
recuerdo, ayer, nostalgia pura!
Me llama el mar
con su cantar de arena para llenar de silencio
el almanaque sin luz que desde ayer contemplo
hecho solo recuerdos en pretérito imperfecto.
Me falta la voz que enlaza el adn
con la historia posible de un mañana
en cadena de este hoy, borroso, en que me incita
el mar con su cantar de espumas
para el salto en azul de verso alejandrino
que dijera Rubén fatal en piedra dura.

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